Las variedades de Terra Alta (I): La Garnacha Blanca
21 mayo, 2019Las variedades de Terra Alta (III): La Cariñena
21 mayo, 2019En el Diccionari dels Noms dels Ceps i Raïms deXavier Favà y publicado por el Institut de Estudis Catalans el año 2001, en la entrada referente al Morenillo dice que es una variedad suficientemente arraigada en la zona de Terres de l’Ebre, y documentada en el año 1791 en varias poblaciones de la zona, como Gandesa y Vilalba dels Arcs.
Es una variedad “autóctona” de Terra Alta, reconocida como variedad desde finales del año 2018 por el Ministerio de Agricultura. Varias bodegas han empezado a apostar por dicha variedad casi olvidada y perdida, convirtiéndola en un símbolo de innovación y calidad. Las bodegas Piñol, Bàrbara Forés y Vins del Tros, han sido los pioneros en la recuperación de esta variedad; les han seguido otros como Bernaví, LaFou y el Celler Cooperatiu Gandesa. La mayoría de estas bodegas coinciden en explicar que los viticultores fueron arrancando los viñedos de Morenillo porqué tenían una producción irregular y poca coloración. Es una variedad tardana que la mayoría de productores cosechaban mezclada con otras variedades, no se le daba importancia y no constaba que se hubiera vinificado por separado.
La apuesta de estas bodegas ofreciendo productos interesantes y de alta calidad apostando por esta variedad puede servir para aumentar el interés y la producción. Con los años sabremos si el Morenillo será la variedad genuina que posicionará Terra Alta en los mercados, como ya ocurre con el caso de la Garnacha Blanca en vinos blancos.
El Morenillo en el campo:
Entre 10 y 20 ha de viñedos (mayoritariamente viñedos viejos) entre los términos municipales de Gandesa, Batea y Vilalba dels Arcs. Actualmente han aparecido nuevas plantaciones.
Bajo rendimiento y producción irregular.
Granos de color azul plomo.
El Morenillo en la bodega:
Bajo rendimiento en mosto.
Excelente equilibrio alcohol-acidez.
Buena intensidad frutal (fruta roja madura), matices balsámicos y especiados.
En boca es sedoso con taninos suaves.
En definitiva, podemos observar que su bajo e irregular rendimiento provocó que esta variedad hubiera estado a punto de desaparecer, aunque gracias al esfuerzo de varios enólogos y viticultores se han descubierto elementos más que interesantes para su vinificación; así como su buen equilibrio entre alcohol-acidez, una buena intensidad aromática afrutada con matices balsámicos y especiados y su paso por boca sedoso y de taninos suaves.
Hasta hace un tiempo podíamos encontrar en varias botellas que no tenía identificación de la DO Terra Alta, esto era debido a que se trataba de una variedad no regulada, y algunas bodegas en lugar de indicar que era Morenillo preferia poner “elaborado a partir de una variedad recuperada” o como “vino de autor”. A continuación, un enlace para cada uno de los vinos disponibles elaborados con la variedad Morenillo:
Finca Morenillo de Celler Piñol (100% Morenillo)
Mather Teresina de Celler Piñol (30% Morenillo)
21 Ventuno de Bernaví (70% Morenillo)
Puresa Morenillo de Celler Cooperatiu Gandesa (100% Morenillo)
Lo Morenillo de Vins del Tros (100% Morenillo)
Lo Moreno de Vins del Tros (100% Morenillo)
Negreita de Bernaví (50% Morenillo)
El Templari de Celler Bàrbara Forés (70% Morenillo)
LaFou El Sender de LaFou Celler (10% Morenillo)
Otras variedades de Terra Alta:
La Garnacha Blanca.
La Cariñena.
La Garnacha Tinta.
El Macabeo.